Agenda ESG | Octubre 2024 Certificación NMX-R-025-SCFI-2015: Ambientes laborales igualitarios
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El modelo de economía lineal ha sido hasta la fecha, salvo contadas excepciones, característico de los procesos productivos en el mundo, parte -de manera esquemática- de: extraer materias primas, procesarlas, consumirlas y desecharlas.
Esta modelo propicia el consumir indiscriminadamente productos no necesarios, así como generar productos de vida muy corta que serán desechados como residuos. Este estilo lleva inmerso no solo un enorme impacto ambiental global, sino también problemas sociales y una injusta distribución de la riqueza. Por demás está señalar que este tipo de economía no es sostenible.
En contraposición al modelo de economía lineal está el modelo de economía circular, el cual representa una nueva era, que nos invita a cuestionarnos si lo que hemos diseñado como parte de nuestro sistema productivo y de servicios al día de hoy, armoniza con la naturaleza y nos permite permanecer en este planeta.
Si analizamos cualquier producto que tengamos a nuestro alcance, podemos cuestionarnos si fue diseñado para que al momento que acabe su vida útil, se pueda reincorporar a algún proceso, a la naturaleza o bien, que se convierta en un problema de disposición y manejo.
Una definición de economía circular es la de Ellen MacArthur Foundation 2013: “Una economía circular es un sistema industrial que es restaurativo o regenerativo por intención y desde la fase de diseño. Lo anterior remplaza el concepto de “final de la vida útil” por restaurativo y, se dirige por 3 principios que son: El Uso de energía renovable, la eliminación del uso de sustancias tóxicas que perjudican la salud y el medio ambiente, así como la reutilización de la basura a través de un diseño superior de materiales, productos, sistemas y modelos de negocio.”
Actualmente, los negocios y los ciudadanos están creando más conciencia de que no se cuenta con materia primas ilimitadas y que esto está afectando a la naturaleza y, por ende, a nuestra vida. Entonces, la intención es innovar, creando modelos sustentables que presenten los elementos de circularidad. Lo anterior puede derivar en un consumo responsable que lleve a los compradores, organizaciones y ciudadanos en general a tener en cuenta los impactos ambientales del ciclo de vida de un producto y elegir con base a estos criterios sus adquisiciones.
Algunas personas podrían considerar que, si una empresa recicla, entonces ya es circular, pero la circularidad tiene una visión más amplia que simplemente reciclar. A manera de ejemplo, existen negocios circulares como la renta de equipo de carpintería; si no se cuenta con un taladro, y se va a utilizar temporalmente y además no se tiene espacio para guardarlo, se puede rentar y no incurrir en más recursos para adquirir uno, pues solamente se empleará cuando sea necesario. Otro ejemplo es: quiénes se dedican a recuperar el vidrio y crear nuevos productos que son funcionales y los vuelven a poner en el mercado para bridarles servicios o productos diferentes.
La economía circular hace uso del Sistema Multi R, el cual no solo incluye las ya clásicas reducción, reutilización y reciclado de residuos, sino que añade el refabricar, rediseñar, reparar y redistribuir los productos.
En México contamos en este momento con la Iniciativa como Proyecto de decreto por el que se expide la Ley General de Economía Circular, emitido en octubre del 2019, independientemente de las polémicas que este Proyecto de Ley pueda desatar, es indudable las ventajas de contar, en un momento dado, con un marco normativo en nuestro país sobre este tema.
Por otra parte, el Poder Legislativo de la Ciudad de México reformó la Ley de Residuos Sólidos, por lo que –a partir de diciembre del año 2020- quedó prohibida la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico al consumidor, salvo que sean compostables.
Con las modificaciones aprobadas por el pleno, a partir del 1 de enero del año 2021 también está prohibida en la CDMX, la comercialización, distribución y entrega de tenedores, cuchillos, cucharas, palitos mezcladores, platos, popotes o pajitas, bastoncillos para hisopos de algodón, globos y varillas para globos, vasos y sus tapas, charolas para transportar alimentos, aplicadores de tampones que son fabricados total o parcialmente de plástico y se desechan después de un solo uso.
Sin duda lo anterior es el inicio de una futura legislación en los estados, sobre el tema que nos ocupa.
Se considera importante que las empresas reflexionen sobre lo aquí presentado y se traduzca en acciones que tiendan a colaborar con este tipo de economía, la cual también es un excelente negocio, y como consumidores, el hacer conciencia de la elección de cada producto o servicio que adquirimos y analizar los tres principios que nos menciona la Fundación Ellen MacArthur.
En Experts Environmental Consultants contamos con especialistas para ayudarte a implementar acciones tendientes a contar con la inclusión de estos criterios de economía circular a tus procesos y/o servicios, adicionalmente, ponemos también a tu disposición nuestros servicios relacionados con aspectos ambientales en general, de seguridad y salud en el trabajo, así como de sistemas de calidad, acércate a nosotros con toda confianza, para poder ofrecerte de forma totalmente personalizada el servicios que necesitas.
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