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¿Embolsando al mundo?

La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos de América calcula que cada persona utiliza 6 bolsas de plástico en promedio por semana; es decir, 24 en un mes y 288 al año. Las bolsas de plástico se componen por polietileno, polipropileno o polímeros de plástico no biodegradable con un espesor que oscila entre los 18 y 30 micrómetros. Estas bolsas requieren para su elaboración de algunos recursos no renovables, como el petróleo y gas. Es importante mencionar que el 5% del petróleo que se extrae en el mundo se destina para la industria del plástico, aunado a los recursos no renovables empleados para su fabricación, el uso que se le da a una bolsa es muy corto, ya que solo se utiliza en una o dos ocasiones para transportar objetos de un lugar a otro. Una vez que la bolsa de plástico ha cumplido con su función, la misma suele ser desechada o empleada como medio para depositar residuos.

Según datos obtenidos del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW por sus siglas en inglés) y de Greenpeace, las bolsas de plástico tardan en biodegradarse entre 400 y 1,000 años. Cabe destacar que al momento de su desintegración se liberan ciertas sustancias tóxicas y, debido a su fragilidad, las bolsas se fragmentan en pequeñas partículas, las cuales son transportadas por el viento de un lugar a otro, contaminando el lugar en el cual se depositen. Una vez fragmentada la bolsa es casi imposible retirarla del suelo. Uno de los peligros inminentes la llegada de bolsas de plástico a los mantos acuíferos, tales como el océanos, mares, lagos, ríos o estanques.

¿Sabías qué entre un 70 y 90% de los residuos acuáticos encontrados en playas son plásticos? Las especies marinas no distinguen entre residuos plásticos y alimento, por lo que son susceptibles a consumirlos o quedar atrapados entre ellos, produciendo su muerte.

En México se utilizan aproximadamente 20 millones de bolsas de plástico cada día. Las bolsas conforman el 1% de la totalidad de residuos que se desechan en nuestro país.

Ante toda esta información, ¿Qué acciones se han realizado en Nuevo León para reducir la contaminación de bolsas de plástico? El 26 de enero de 2018 se aprobó la reforma a la Ley Ambiental del Estado de Nuevo León. En su artículo 168 BIS se establece la restricción de la venta, dádiva y uso de bolsas elaboradas con polietileno de baja densidad, polietileno lineal, polietileno de alta densidad, polipropileno, polímero de plástico y cualquier otro de sus derivados en supermercados, tiendas de autoservicio, tiendas de conveniencia, mercados y establecimientos similares.

No obstante, se establece una excepción para aquellas bolsas que hayan sido producidas incorporando un procentaje mínimo de 30% de material reciclado y que la fabricación de las mismas sea con materiales y procesos de tecnología que permitan su ágil degradación acorde a la norma NMX-E-267.

En caso que se infrinja lo establecido en el artículo 168 BIS de la Ley Ambiental, el establecimiento será acreedor a una multa de $120,000 a $1’600,000 pesos. En caso de reincidencia el monto de la multa podrá ser hasta por 2 veces del monto original. En caso de cometer la infracción por tercera ocasión, se procederá con la clausura definitiva del comercio.

Si bien esta ley es obligatoria a partir del 26 de enero del presente año, observamos que aun quedan acciones por hacer por parte de las autoridades ambientales en vigilar el cumplimiento de esta disposición legal.

Recuerda que la fabricación de una bolsa de plástico tarda solo unos segundos; se utiliza una o dos veces, pero su desintegración tarda entre 400 y 1,000 años. No dejemos un legado plástico a las futuras generaciones y busquemos alternativas más ecológicas y creativas para transportar objetos de un lugar a otro.

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