Ante la crisis ambiental a la que se enfrenta la humanidad, que incluye los efectos del cambio climático y la degradación de los ecosistemas terrestres y marinos de nuestro planeta; es lógico pensar en el daño que provocan los estilos de vida y hábitos de consumo. Crece un sentido de culpa por la propia existencia de cada persona, y por sus decisiones de vida. Como lo dicho por Al Gore, ex vicepresidente de los Estados Unidos de América – “A veces enfatizamos el peligro en las crisis, sin enfocarnos en las oportunidades”.

El reto de la sustentabilidad en las organizaciones es el repensar sus sistemas de producción, el diseño de sus productos y servicios, para dejar de provocar “culpa” en sus consumidores. Habría que abandonar las ideas de “ser más lean”, generar menor impacto, reducir la huella, y en su lugar transitar hacia una idea de generar productos que tengan un impacto positivo, vender servicios que susciten cambios positivos en la naturaleza y en los propios consumidores. En su manifiesto “Remaking the Way We Make Things” William McDonough y Michael Braungart presentan esta idea de diseñar pensando en que los productos que se consumen vuelvan al ciclo natural biológico y aquellos objetos que son utilizados en el día a día estén pensados para ser reaprovechados totalmente. Y no solo eso, llegar al punto que los edificios que utilizamos produzcan energía u oxígeno, que los desperdicios se conviertan en plantas o que los servicios contratados generen un impacto positivo en una comunidad.

Las personas trabajadoras que se están integrando en la fuerza laboral son de la generación Z. Una característica importante de ellas y ellos es que, como ninguna otra generación anterior, piensan en dejar huella, son social y ambientalmente responsables, y les mueve tener una causa. Por lo que aprovechar estas invaluables características es algo fundamental, así el reto de la sustentabilidad de las organizaciones es; cómo transformar sus líneas de producción o sus procesos para que no solo “no sean malos para el ambiente”, o que sean “verdes”, sino que realmente tengan un impacto positivo y con ellos, que los trabajadores no solo reciban un sueldo o hagan dinero por sus actividades, sino que realmente se sientan orgullosos de la marca que imprime sus acciones en el mundo. El salario emocional de una empresa responsable y con un impacto positivo, asegura no solo la sustentabilidad del negocio, sino la legitimación de la marca con sus consumidores, la fidelización de su personal y el crecimiento a largo plazo.

La invitación que se extiende a las organizaciones es hacia la transformación sustentable del negocio, yendo más allá de solo cumplir la normatividad o buscando reducir una huella ambiental. Más bien, la idea es cuestionar la forma en que se produce o trabaja, implementando sistemas de gestión que ayuden al cambio e incentiven la innovación, formando a su personal hacia una mentalidad de impacto ambiental y social positivo y llevando ese mensaje a sus clientes y consumidores. En Experts seguramente podemos apoyarte en esa transición.

Adicionalmente, nuestra consultoría ambiental puede proveer de servicios personalizados y adecuados a las necesidades y características de tu organización en materia de medio ambiente, seguridad y salud laboral, sistemas de gestión y responsabilidad social, incluyendo desde luego la capacitación en cada una de estas materias. Contáctanos con toda confianza.